¿Qué hay en el bolso de una chica?

Uniendome a todas aquellas exibiccionistas que han decidido abrir sus bolsos al mundo blog. Aquí os dejo mi pequeña aportación. Seguro que mi bolso queda en el top ten de bolsos repletos.

En primer lugar, el bolso es de Massimo Dutti, de la colección de verano 2008. Es mu mono y enorme. Eso de que tenga dos apartados, me viene muy bien para organizarme. Si pasamos al contenido, nos encontramos de todo:

He decidido organizarlo en grupos.

El primero, sería el de los duplicados:

Tengo dos teléfonos. El azul es el mío personal y lleva una hello kitty montada en un avión colgando. El telefono negro es de la oficina. Lleva un chinito de la suerte, de esos que llevaba todo el mundo en los 80 colgando. Es un regalo de un compi de curro por ser la mejor investigadora de este mundo. También llevo una cinta de Guinnes que me trajeron de Irlanda para llevarlo colgado todo el tiempo y poder cogerlo cuando suena. Tengo fama de no contestar nunca a las llamadas

Tengo dos pares de guantes de cuero negros. Unos hasta el codo y otros hasta la muñeca. Supongo que será por si hace frio o por si hace mucho frío, pero desconozco el motivo de llevarlos duplicados.

El segundo grupo sería el de los imprescindibles:

Ahí estarían el iPod, el cacao, el badge para entrar en la oficina, el abono, las llaves con un llavero que es una oveja negra, la agenda, el monedero (Que es una bolsa de judas comprada en china), el neceser (Que lleva dentro de sí otro pequeño universo)
El tercer grupo es el de las "Chucherías" todas aquellas cosas de poco valor y peso que terminan en mi bolso y no recuedo que llevo hasta que cambio
perfumes, glosses...

Por último, está el grupo de cosas ¿Y cómo ha llegado esto aquí?
como el líquido limpiador de mi gafas de ver (Es esa cosa roza que parece un caramelo), cartuchos de tinta azul indigo para pluma (No llevo ninguna en el bolso) y una horquilla de los rulos (Gran misterio de mi bolso)

Finalmente, reto a quien quiera a que siga con el experimento. Es una experiencia curiosa mirarse a uno mismo a través de sus pertenencias